20 de mayo de 2009

Divergencias Nocturnas…

Buenas noches mis desocupados lectores. Como  se habrán podido dar cuenta, soy amante de la noche y del insomnio; por eso hoy quiero hablar precisamente de  esos quehaceres nocturnos - en especial los de finalizar la tan agotadora semana- en la que la noche se convierte en la parte mas importante de la agenda: Salir ya sea a una encendida rumba o a  disfrutar de una deliciosa cerveza. Ante esto, tengo mis divergencias que aquí les expongo.

Los viernes (aunque hoy no lo sea) cae el día y abre paso a la vida nocturna bogotana. Ahí están los restaurantes, bares, discotecas, tabernas y bebederos atiborrados de gente que en busca de un poco de diversión, salen para entretenerse un poco.

En aquellos tiempos de estudiante universitaria, no niego que disfruté a cabo y a rabo de las rumbas capitalinas, podría decir que casi no pasó un fin de semana sin que yo saliera. Bien, esas fueron épocas que como muchos dicen se quemaron, eso si como es debido y sin arrepentimiento alguno. Pero hoy, después de terminar mis estudios, los ánimos no son los mismos. Honestamente, no me gusta mucho salir a "bailar"  y aunque  disfruto mas de un buen sitio con cervezas y una buena conversación, no me agrada  ya hacerlo tan a menudo. Ahora, me da pereza estar en la tónica de jartar cada fin de semana como antes, y llegué a la obvia conclusión de que quizás puede pasar por dos cosas: Uno,  estoy madurando -así sea a las patadas- y me estoy volviendo una ñoña y dos: le di tanto palo a la “rumba” y claro, como todo lo bueno en exceso, cansa; por eso ya no lo disfruto de la misma manera.

La vieja frase que dicen los cuarentones y cincuentones de que los años no llegan solos es cierto. No estoy vieja, lo sé, pero también se que ya no me gusta salir a cada rato, y que a veces prefiero quedarme un viernes navegando en internet o durmiendo después de un largo día; me encanta el insomnio que suelo tener los fines de semana - en parte por la sensación de que al otro día no madrugo- y que incluso algunas veces me ha servido de inspiración, es interesante la media noche, la soledad de las calles y el silencio de las paredes de mi casa que ningún otro lugar me brinda. Es una sugestiva sensación de sentirse sereno, tomando un tinto, leyendo un buen libro y levantarse al otro día  tarde sin tener guayabo.

No soy psicóloga ni mucho menos para saber si esas viejas épocas de universidad son sólo recuerdos del pasado estudiantil, no se si sea normal que a mi edad eso pase  -tengo amigos a los que parece que no- y no sé si es porque tal vez los tiempos han cambiado tanto que ya no encajo, pues los culicagados hoy en día a los 18 ya han vivido de TODO y es común encontrarlos en todos los chuzos que uno frecuenta. A  pesar de todo sigo siendo amiga de los planes relajados, esos de tomar pola de vez en cuando  aunque no a cada rato; pero no niego que siempre contemplo la posibilidad, de pasar mejor  el fin de semana en la casa.

los excesos son malos, eso ya lo sé y puede que algún día me canse de eso, por ahora la pregunta es  ¿ Será mas bien que me estoy volviendo una ñoña?

16 comentarios:

Sandel dijo...

La ñoñez sería para mí el no reconocer que hemos cambiado, que existen etapas en nuestras vidas y que es normal que nuestro comportamiento cambie. La intransigencia, por otro lado, sería el declararnos, de entrada, incapaces de frecuentar personas de otras generaciones.
Toca buscar pues un equilibrio que, acorde con nuestra edad y ‘estado físico’, nos permita vivir conformes y felices.
Aquí, entre nos, hace unas semanas pasé una noche en blanco rumbeando como no lo había hecho en años. El guayabo fue muy duro (como tres días en ‘coma’). No me arrepiento pero creo que pasará mucho tiempo hasta cuando se vuelva a repetir. Mientras tanto sigo disponible para los ‘planes relajados’.
Saludos pues.

Ramón dijo...

A mi me pasa algo parecido. Muchos años de marcha capitalina en Madrid y ahora no me apetece nada salir por la noche, solo a cenas y para hablar con amigos.

Las conversaciones de rumba son demasiado repetitivas y predecibles como para mantener el interés.

Átomo dijo...

Yo soy otro fanático de los excesos, aunque reconozco que he llegado a un punto en que necesito calma... sentarme aleer, tomarme un tinto, no más.
Ya no me cabe más trago, por un rato.
Saludos.

Prometeo dijo...

Yo también prefiero el plan relajado... será que por eso también tengo blog??? es que salir siempre a hacer lo mismo y tomar y tomar... en serio no se cual es el punto, y el desfile de modas al entrar, la multitud y los madurados biches, que pereza... en serio que si! de vez en cuando vaya y venga pero que foco lo mismo todas las semanas..... rico volver a ver movimiento por acá!!!!

Esteban Dublín dijo...

Oye, quería pasar por aquí para decirte que tu cuento ha sido, hasta el momento, el más exitoso de la historia del blog. Ha sido el más comentado y ha sido publicado en una excelente página de selecciones de microcuentos.

Un beso grande. Y de nuevo, gracias por confiarme tu nombre.

Esteban Dublín dijo...

http://quimicamenteimpuro.blogspot.com/

Ahí te dejo el enlace.

Elvis Elgato dijo...

Si, cierto es, ahora de los antros que yo frecuentaba de "antaño", solo dos estan intactos, la mayoria se convirtieron en cochambrosos sitios de "rumba" con lucesitas de neon y porquerias asi y un monton de iddiotas gritando dentro, parecen visiones del infierno cada vez que paso por enfrente. Adquiri la costumbre de comprar un six-pack y beberlo en mi habitacion mientras leo algo, aparte si al caso soporto las multitudes en los conciertos y eso porque no hay de otra, chau y un saludo desvelada lectora.

Arturo Cendales Herrera dijo...

jajaja eso como en los simpson... "Es cursi admitir ser cursi"... o "es ñoño admitir ser ñoño"... saludos socia! abrazos!

blueandtanit dijo...

nah, eso es vejez.

jejeje, mentiras.

yo no puedo decir mucho al respecto, soy joven pero tomo de vez en mes, no cada fin de semana ni nada por el estilo, no me gusta mucho bailar y prefiero un lugar donde pueda escuchar música pero al mismo tiempo hablar (eso hablando de salir).

hasta depronto tenés razón y somos una bloa de ñoños, jejeje, aunque yo prefiero no creerlo.

nota: ¿no le habías quitado ya el filtro anti spam a esta cosa?

Anónimo dijo...

mi primera impresión es que eso de la 'ñoñez' es una forma de manipular a la gente. 'no sea ñoña, tomese este' y así hasta que para no parecer uno 'ñoño' termina tirado en un parque o en una residencia de mala muerte.por otro lado creo que en realidad nadie lo es realmente. siempre hay alguien que puede lograr que hasta el mas 'ñoño' pierda la razón. para la muestra un botón...

Gabriel Umaña dijo...

No sé si te estás volviendo una ñoña, pero definitivamente si mucho más interesante. Sí, es verdad, los años no llegan solos, y el vértigo que caracteriza a la adolescencia se empieza a perder con el arribo de la sensatez y la necesidad de cultivar el espíritu a través del conocimiento. Eso, a pesar de que muchos, jamás se les acaba la gana de jartar y rumbear hasta perder la cordura. Es un tema largo que amerita unas cervezas, con buena música de fondo. Yo invito.

Kar-Eq dijo...

Antes esperaba la semana con ansia q fuera viernes, al final de la universidad empezaba a tomar desde el miercoles, llega el punto en q uno se cansa, si salgo me aburro, si me quedo en la casa tambien, es la trancision de dos epocas, me empiezan a gustar ya los planes suaves, a reunirme con los viejos amigos a recondar tantas cosas que se hicieron en los buenos tiempos, la vejez da duro eso si.

Nightwriter dijo...

Buenas las tengan todos,

Sandel: Tienes razón, es bueno encontrar un punto de equilibrio entre ambas situaciones, para así cada vez que uno salga la pase de verdad muy bien. me alegro lo que hiciste;pasará mucho tiempo antes de que se repita...

Comer, Hablar amar: creo que estamos pasando excatamente por el mismo momento!

Tomáz: Así sea pasajera, la ñoñez nos llega a todos de un momento a otro, cuando menos nos lo imaginamos...

Prometeo: claro! en cierto momento, incluso salir a tomar se vuelve una rutina, en mi caso suele ser casi siempre con los mismos, entonces pierde mucha gracia.... yo creo que muchos ñoños por eso también tenemos blog.

Esteban: Honor que me haces... mil gracias por el cuento. no lo puedo creer!!!

Elvis: eso es una buena idea, tomar en las casas nos libra de todas esas incomodidades barsísticas.

Arturo: Pues públicamente admito qeu soy una ñoña. Saludos socio!

Blueandtanit: yo también cuando salgo, soy de las que prefiere tomarse una cerveza que bailar, indudablemente. revisaré lo del filtro.... ;)

Anónimo: Tienes la razón, el probelma es que yo misma me categorizo ñoña, no los demás... no tomo bajo esas circustancias

Gabriel:Si, llega la época en que son prioritarias otras cosas, aunque para algunos eso nunca pasa...tienes razón , puede salir un muevo post de la charla ;)

Kareq: si, ese es el modus vivendi de los vaintitantoañeros como yo, y supongo, tú!

A todos gracias por sus comentarios!

Andrés Meza Escallón dijo...

Yo le apostaría a que has cambiado de círculo social. En la universidad conocimos a mucha gente nueva, de todos los estratos y gustos, circunstancia que nos ayudaba a ampliar nustra zona de comodidad.

Después de la universidad, la cosa cambia porque los compañeros de trabajo ya no son tantos, tienen compromisos, etc. y se vuelve mucho menos común que resulte un 'plan'. Si haces memoria, recordarás que aunque estuvieras mamada, si había "parche", tú salías. Ahora aunque el cansancio se sienta más, debes sumarle que no hay tantas oportunidades de que haya plan como antes.

O por lo menos esa es mi hipótesis.

Yara dijo...

Mmmm bueno, no todo hay que vivirlo, para nada ñoña, lo que pasa es que estas en otra etapa (si te has dado cuenta cuando uno va a un bar, y ve un chuchito bailando, se ve raro), la verdad el único sentido de todo esto es ser feliz y si uno es su ñoño feliz que más da, hablando de polas… tenemos una pendiente pero eso es esta como el gobierno de Samuelito, más envolatado… saludos.

Nightwriter dijo...

Buenas las tengan de nuevo:

Apolo: probablemente tienes razón, a lo mejor, es el círculo social el que cambia y por ende uno suele cambiar sus hábitos nocturnos. como extraño esas viejas épocas!

Yara: interesante punto de vista, no lo había visto desde esa perspectiva. en fin, soy feliz así ñoña, que mas da. y lo de las polas, claro que sigue pendiente, pero no embolatado, solo que sumercé no me ha dicho cuando ;) solo aviseme!!! quedo a la espera!