25 de octubre de 2009

Fanaticadas adolescentes

Domingo: Día en el que por naturaleza se hace pereza y por lo general -o en lo que a mi respecta- se permanece en casa e incluso a veces se evade la ducha, se cambia el orden del cuarto, o se dedica el tiempo necesario para otros quehaceres que no son aptos para ningún otro día de la semana. Fue precisamente el domingo que me encontraba rebrujando y re acomodando chécheres, pues tal vez con los años se acumula basura innecesaria, que inconscientemente se guarda y que después de un tiempo pierde todo valor de tenerlos en su haber, o todo lo contrario; y fue precisamente en esta actividad dominguera en la que me topé con unos cd´s que conservaba en una caja de cartón ya arrugada, que guardaba en la mesa de noche, todos estaban cuidadosamente puestos uno sobre otro. El primero de ellos tenía carátula anaranjada y en ella posaban inocentes tres niños de cabello largo y se llamaba "Middle of nowhere"  tal fue mi sorpresa verlo de nuevo que no lo evité y lo puse en la unidad reproductora y le di Play. Mi mente se llenó de espesos recuerdos de mi adolescencia en que sufrí y viví locamente por estos chicos. Si, eran los famosos hermanos Hanson y ya imaginarán de quién mas eran los otros cd's. Empezó a sonar su cancioncita pegajosa "Mmmbop" que muchos odian pero que yo en esa época escuchaba mil veces, y recordé cómo el estribillo que como chicle pegajoso se quedaba en mi cabeza, de nuevo retumbaba en mis oídos.

En el año de 1997 me topé con los Hanson, gracias a un ligero boom en la tv, donde reproducían continuamente el video de "Mmmbop" yo, solitaria en mi alcoba, veía cómo al ritmo de la canción los jovencitos paseaban por la playa, se divertían en los buses y patinaban como locos por las calles. Me impactó la alegría que en ese entonces emanaba en mí aquel video y fue por eso que comencé a averiguar en revistas y periódicos quiénes eran esos chicos y cómo se llamaban.... De ahí para adelante, se convirtió en una inmensa obsesión de tener a mi alcance todo cuanto de ellos los medios registraran. Si, son tonterías quizás, que en el paso de niña a adolescente suceda este tipo de cosas. Los Hanson se convirtieron en mis primeros amores platónicos y sus canciones componían la banda sonora de mi aburrida y solitaria vida de adolescente, por eso fue, que cuando el domingo volví a escuchar todo "Middle of nowhere" llegaron a mi mente mil recuerdos que parecían igual de olvidados que esos cd’s, alegrías tristezas, triunfos y derrotas acompañados de voces andrógenas y sonidos novatos. Puede que a cualquiera le parezca algo estúpido el saber que fui seguidora empedernida de tal grupito gringo, quizá ustedes en su adolescencia tuvieron mejores aficiones que la mía o por lo menos mas interesantes. Si, eso lo sé, pero no creo tener culpa de ello, pues para ese entonces Hanson para mí era lo máximo y no había poder humano que me convenciera de lo contrario.

Nunca supe cómo ni por qué, me llegué a obsesionar tanto y me dejé llevar por las maravillosas estrategias mercadológicas que hacían por ese entonces las casa disqueras con un género híbrido llamado Pop, y miles de jovencitas como yo se declaraban fanáticas de grupos como estos. El caso es que mi admiración por los hermanitos aquellos llegó mas allá que eso, pues pasaron los años y a mí todavía me seguían gustando, hubo un momento en que estuve plenamente convencida de tatuarme sus nombres y su logotipo en alguna parte de mi cuerpo, para mi fortuna eso nunca se llevó a cabo, pero compré compulsivamente todos y cada uno de los cd’s y mi cuarto se tapizó por completo con sus afiches casi por 5 años.

Estuve en club de fans, tuve camisetas botones, artículos de periódico, revistas, posters, fotos, y libros de los famosos Hanson, me aprendí sus canciones y con diccionario en mano me dediqué a traducir todas y cada una de ellas (bueno, en realidad sólo las de "Middle of nowhere"). Como resultado, mi nivel de inglés avanzó a pasos agigantados y pasé a ser la "dura" de esa materia en el colegio, pues mi nivel llegó a superar el de mis compañeras del salón. Finalmente mi obsesión tenía que tener algo de bueno y que mejor que fuera acedémico.

Todavía cada vez que alguien ve a los hermanos  Hanson cantando en algún canal de TV, se acuerda de mí y algunos me molestan por haber sido fan acérrima de los muchachitos; quedará para siempre el estigma de niña boba fanática entre quienes me conocieron por aquellas épocas (que no son muchos), eso lo sé. Pero quién de ustedes no se ha sentido atraído a alguna vez a alguna canción o algún artista que causa vergüenza aceptarlo en público, por ejemplo a mi prima le gusta Chayanne y ruborizada lo acepta, a otro metalero rudo de por ahí le ponen los pelos de punta escuchar Roxette y a uno de mis amigos le gustaban casi como a mí las Spice Girls. Y si, yo fui de esas, puede que mi fervor hacia los Hanson ya se haya desvanecido, con el fin de la adolescencia, pero no puedo negar de que su música pegachenta, esa que contaminó mis oídos por tanto tiempo, despertó el domingo en mí, la mas sublime de las nostalgias de aquellos momentos, hoy, solo simples recuerdos.

Aquí les dejo entonces el video que me trasnportó de nuevo al pasado. "Mmmbop" la  canción que mas sonó del album "Middle of nowhwere"... Búrlese si así quiere, pero antes recurde, que usted también debe tener por ahí su gusto boleta guardado.


10 de octubre de 2009

Facebook vs Twitter: ¡Ninguno!

Llegué al endemoniado mundo de Facebook, cuando una vieja amiga que se había ido del país, y cuyo contacto era cada vez mas escaso me mandó la invitación. No sé por qué le di clic, llené los pasos, y sin poner foto ni tampoco interés alguno le di existencia a mi perfil. Con el tiempo, otras personas que habían pasado por mi vida, unos esporádicamente, otros no tanto, siguieron mandándome invitaciones a la extraña red, y entonces yo aceptaba sin seguir comprendiendo para qué carajos era eso. Así llegaron a mi lista de "amigos" unos 15 contactos y mas adelante fueron apareciendo viejas amistades y compañeras del colegio, acrecentando el número.Me di cuenta que el tal "Facebook" al que llegué por pura curiosidad se estaba convirtiendo en todo un acontecimiento cibernético. Pronto se empezó a saber de la famosa red en el periódico y en internet, y la gente comenzó a arreglar sus perfiles, colocar fotos y otras pendejadas que la página ofrecía, hasta el punto de volverse casi que tan normal pasar por este sitio, como lo es el revisar el correo electrónico.

Lo que me gustó de Facebook, fue que las cadenas que me mandaban a mi bandeja de entrada se redujeron en mas de un 80%, lo cual me parecía excelente librarme de los fastidiosos "clic para salvar a una niña enferma" o "mándaselo a todos tus amigos lo mas pronto posible y tu deseo se hará realidad" y los virus de mensajes bonitos y melancólicos que topaban la entonces poca capacidad que tenía Hotmail. Lo malo, fue que esas ya casi extintas cadenas se reemplazaron por otros mensajes, todos y cada uno provenientes de Faceboook, en su mayoría en inglés, lo cual lo empezaba a hacer aún mas inaguantable tenerlos acumulados. Pensé en cerrarlo, quizás, esa paginita maluca y tan popular me hacía perder la cabeza cada vez que ingresaba al correo, pero un día encontré cómo filtrar esa información para no tener contacto con mi cuenta y desactivé de inmediato que me llegaran a la bandeja de entrada todas las tonterías allí registradas por mis desocupados contactos que estaban acabando con mi paciencia cada vez que le daban un clic a sus perfiles. Y así fue, desde ese mismo instante Facebook quedó emancipado de mis rutinas cibernéticas, y de paso, me libró del problema de las cadenas.

Ahora, como si fuera poco y creyendo haberme quitado de encima ese monstruo de la red, me encuentro con la sorpresa de Twitter. Desde que inicié mi vida bloguera, había percibido que muchas personas se estaban volviendo adictas a esta novedosa red de "microbloggimg" en el que en simples 140 caracteres, se escribe de manera chismosa "What are you doing". Hoy en día, grandes compañías y personalidades del espectáculo lo usan para mantener informado a sus clientes y/o fans, esto ha dado resultado hablando mercadológicamente, pero para otros -en mi caso-  resulta ser otro molesto parásito del correo electrónico y causa de la ausencia en la actividad bloguera.


Invitación de un X que llegó a mi correo

No entiendo, yo no tengo cuenta en esa famosísima red,  pero no sé de dónde ni por qué, me llegan constantemente mensajes de invitación de usuarios de los que no tengo idea quiénes son al tal Twitter. Me parece curioso, que casi que se está volviendo común que a todo el mundo que tenga una cuenta de correo en cualquier servidos no pueda evitar ser invitado a estas redes y muchos accedan por curiosidad (como me pasó a mí en Facebook) y terminen totalmente alienados con ellas. No niego que se le pueda sacar provecho, y hasta para algunos puede llegar a ser útil como por ejemplo cuando murió Michael Jackson (la noticia se supo primero por Twitter antes que en las grandes agencias de noticias) pero no quiero que nuevamente me rebosen de mensajes de este tipo, ya me pasó con Facebook una vez y no quiero repetirlo. Aunque acepto, muchas veces me sentí tentada a abrir mi cuenta en el "microblogging" por simple intriga, pero siempre por un ligero temor de quedar enviciada y cierta percepción de inutilidad, decidí no hacerlo. Muchos bloggers cayeron en  sus redes y gracias a eso hoy dejan de lado sus bitácoras comprimiendo sus entradas en 140 caracteres.

Es una lástima que la actividad bloguera se esté viendo reducida a un simple número de caracteres con frases cortas, mensajes concisos y algunas arrobas; algunos sitios de estos deciden cerrar porque ya no encuentran qué escribir en un post si eso mismo puede ser reducido en menos espacio, y además podrán encontrar mas fácil un montón de seguidores. Yo le auguro una muerte dolorosa a los blogs de aquellos quienes con Twitter perdieron el encanto de atraer a los lectores con sus escritos.

Mientras tanto,  Facebook sigue haciendo de las suyas como vitrina perfecta de la publicidad y el reconocimiento, también rompe barreras cuando de mantener cierto contacto con gente que esté lejos se trata, pero de la misma forma sigue siendo el deshuesadero de aquellos que sin oficio alguno y con un simple click, pretenden que una galleta de la fortuna les diga qué hacer. Twitter, por otro lado, sigue creciendo a pasos agigantados el número de usuarios, y paralelamente no solo inunda los correos con invitaciones de extraños sino que también mata lentamente la inspiración y el interés de muchos blogs y con ellos sus autores.

Yo seguiré al margen, emancipada de los terribles tentáculos de Facebook, y con la firme convicción de que en Twitter no caigo. Si no tengo casi inspiración para este blog ¿Se imaginan los estragos que podría llegar a causar el afamado "Microblogging"?

Paz en su tumba para los caidos en tal desgracia.